Atractivos de Malalcahuello

Malalcahuello significa corral de caballos en mapudungún, hoy en día es una pequeña villa de montaña, a medio camino entre Curacautín y Lonquimay. Es un pueblito pequeño, con algunos negocios, con las famosas Termas de Malalcahuello y el hermoso parque nacional Malalcahuello-Nalcas. Es parte de lo que conocemos hoy como Araucanía Andina. En general toda esta zona fue colonizada hacia los principios del siglo XX por intereses forestales, la manera para avanzar que tenían era ir quemando bosques… buenamente esos tiempos quedaron atrás y con mucha suerte muchas araucarias milenarias que están en lo más alto de la Sierra Nevada y cerca del Volcán Lonquimay han logrado sobrevivir hasta hoy. Hoy en día la zona intenta vivir del turismo asociado a la naturaleza, el trekking y sobre todo el turismo de invierno es el centro de Ski corralco.

Salto de la Princesa Malalcahuello

Salto de La Princesa

Coordenadas: 267089 – 5738423 – Altitud: 683.
Población más próxima:  Curacautín, 22 Km Aprox.
Dimensión: Sitio.
Valor Intrínseco: Científico – Interés Geológico: Petrológico – Volcánico – Fluvial.
Accesibilidad: Muy Fácil , Se accede en auto al lugar, 500 metros desde carretera, camino de entrada de tierra y en regular estado hasta el salto
Salto de agua de unos 25 metros de alto aproximadamente. El salto es producto de un desnivel generado por estructuras de basaltos columnares, los cuales producen que el estero La Gloria pase a vaciar sus aguas al rio Cautín. El entorno es bastante atractivo ya que presenta una abundante vegetación nativa, con presencia de helechos, musgos y variada vegetación arbustiva. La visibilidad es buena al igual que el acceso, el cual se encuentra a aproximadamente 500 m del camino principal que une Curacautín con Malalcahuello. Este salto tiene además un valor cultural importante ya que tiene asociada una leyenda mapuche.

Leyenda del Salto de la Princesa

”Eran tiempos en que las tribus mapuches recibían en Curacautín a diferentes comunidades Pehuenches y Puelches para llevar a cabo los tradicionales trueques y ceremonias religiosas. Los Mapuches no conocían algunas cosas que los Pehuenches y Puelches ya dominaban, una de ellas era el caballo. Un día llegó a oídos del cacique Huillical que los Pehuenches y Puelches usaban el caballo, el cacique prometió valiosos obsequios a aquel valiente que le trajera uno, pero no fue posible y poco a poco su deseo se transformó en una obsesión, más aún cuando supo que había llegado a Malalcahuello
un hermoso potro blanco. Entonces reunió a su tribu y les dijo:

“Esta es la princesa Rayén, mi hija, uno de ustedes me traerá ese caballo blanco y el que lo haga se llevará a mi hija en recompensa” Nahuelcura, indio mestizo de quien Rayen estaba enamorada le consoló diciéndole que no se preocupara, que él traería el caballo blanco que tanto anhelaba su padre y de ese modo consumaron su amor para siempre.

Al amanecer del tercer día un relincho lleno de fuerza y vida irrumpe la tranquilidad de la mañana. Huillical no podía creer lo que sus ojos veían, no podía creer que su tan anhelado caballo blanco estuviera frente a él.

Quilacura dijo al cacique ¿cumplirás tu promesa? ahora que yo he hecho realidad tu sueño tan deseado.

Un mapuche siempre cumple su palabra, respondió Huillical. Ve a esa ruca y toma a Rayen como tu esposa.
Quilacura creyó caminar en las nubes… Tanto tiempo amándola en celoso silencio y ahora Rayen era suya. Cuando entró en la ruca un grito de furia irrumpió toda la tribu de Huillical, ¡Rayen, dónde estás Rayen! Pero ella se encontraba muy lejos de allí junto a su amado Nahuelcura.

El cacique Huillical dijo a su tribu: ¡buscar a Rayen por toda la selva, buscar en cada cueva por tres lunas y tres soles, si en ese plazo no aparece, ella habrá ganado su destino, pero no será nunca más una mujer mapuche…

Así, todos los hombres fueron en busca de Rayen, mas Quilacura salió solo, su desesperación hizo que corriera como un león
en rumbo desconocido.

Rayen y Nahuelcura corrían sin descanso entre el bosque al anochecer y frente a una gran piedra recostaron sus débiles cuerpos cansados. La búsqueda de los jóvenes no se detuvo ni por un solo segundo y sin darse cuenta…ya habían pasado las tres lunas.

De pronto en el tercer sol un grito que venía de los matorrales exclama: ¡La encontré, la princesa Rayen está acá, vengan todos ¡. Ante estos gritos, Rayen y Nahuelcura miraron a su alrededor, pero vieron que no tenían salida, estaban en medio de un circulo humano y la única salida era un acantilado…
Los jóvenes se miraron y tomados de las manos se lanzaron al vacío. Y fue aquí donde nació un cascada de agua, irónicamente en forma de la Cola de un Caballo.”

Salto del Indio

El Parque Salto del Indio se encuentra en medio de un bosque nativo con atractivos senderos, iluminados de noche, que llevan al turista por un entorno natural privilegiado, y sus distintos miradores le permiten encantarse con el majestuoso Salto del Indio, observando su nacimiento, la unión de los dos rí­os, hermosos roqueríos y grandes helechos.

El Salto del Indio ubicado al interior de este hermoso parque, es visitado anualmente por miles de personas. El lugar está rodeado por dos rí­os y posee un único acceso con portones respectivo. El ingreso y salida de turistas, es controlado, brindando con ello una real tranquilidad y seguridad a los visitantes.

Ubicación:
Km 70,5 en la Ruta Internacional CH 181 (Entre Curacautín y Malalcahuello).

Entrada al Parque y Precios

Adulto: $1500
Niños: $500

Nota: Tarifa niños desde 4 a 10 años. Descuento adultos mayores sobre 70 años. Descuento a a grupos (sobre 10 personas).

Importante:

Para llegar, desde la entrada de nuestro parque al Salto del Indio, hay que caminar aproximadamente 600mt. a través de los senderos que tenemos habilitados. No es necesario llevar equipamiento para hacer los senderos, sin embargo un buen par de zapatos o zapatillas de trekking le serán muy útiles ya que el suelo puede ser algo resbaladizo. El recorrido es apto para personas de todas la edades y grupos

Salto del Indio
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